Cómo acostar a tu bebé

Todo lo que hay que saber sobre el sueño de los bebés

En las primeras semanas de vida, el ritmo de los bebés alterna entre fases de vigilia y fases de sueño y, nada más volver a casa, son muchos los interrogantes que les surgen a los nuevos padres. ¿Cómo hay que acostar al bebé? ¿Dónde hay que ponerle? ¿Es mejor que duerma en su propia habitación o que lo haga en la nuestra? ¿Qué podemos hacer para que pase una buena noche, incluso aunque tenga fiebre? Son muchas las preguntas referentes al sueño del bebé que pueden angustiar a los padres y hacer que se sientan perdidos. Para acompañar al bebé de manera progresiva y ayudarle a que vaya adquiriendo el ritmo de sueño, lee con atención todo lo que necesitarás saber durante las próximas semanas.

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¿Dónde debe dormir el bebé?

Durante las primeras semanas suele ser práctico y natural que el bebé duerma en la habitación de los padres, ya que la proximidad le tranquilizará y le dará seguridad y, al mismo tiempo, la madre no necesitará levantarse tantas veces (sobre todo si le está dando el pecho y el padre no puede relevarla) y así se sentirá menos cansada.

Importante: el bebé necesita tranquilidad

Después de los dos o tres primeros meses, deja de ser aconsejable que el bebé duerma en la habitación de los padres, pues necesita un espacio propio y la tranquilidad de su habitación para dormirse apaciblemente.

¿Cómo colocar al bebé correctamente?

Para acostar al bebé de una manera segura, es necesario respetar ciertas medidas de precaución:

  • La cama debe tener un tamaño adaptado (la cuna solo servirá los dos o tres primeros meses). ,
  • El colchón tiene que ser firme y de un tamaño adecuado (no debes poder pasar la mano entre la estructura de la cama y el lado del colchón),
  • La temperatura de la habitación no debe superar los 19 ˚C para evitar que aumente el riesgo de muerte súbita del lactante y solo deben utilizarse sacos de dormir adaptados (los edredones, las sábanas y las almohadas no deben utilizarse bajo ningún concepto antes de los dos años),
  • Para terminar, conviene colocar al bebé lejos del radiador y que el aire no sea demasiado seco (en caso contrario, será necesario utilizar un humidificador).

La postura recomendada para dormir

Se recomienda siempre que el bebé duerma boca arriba. Numerosos estudios recientes han demostrado que el riesgo de muerte súbita aumenta considerablemente si se acuesta al bebé en cualquier otra posición, por eso es tan importante seguir esta recomendación.

Si los padres tienen miedo de que dicha postura pueda provocarle al bebé una plagiocefalia (cabeza plana en la parte posterior), pueden colocar al bebé boca abajo durante las fases de vigilia para que pueda fortalecer los músculos del cuello e ir descubriendo su entorno poco a poco desde otros ángulos.

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Acostar al bebé con fiebre

La fiebre siempre es motivo de inquietud para los padres, a pesar de tratarse de una dolencia muy frecuente entre los niños (cuando les salen los dientes, a causa de otitis, de enfermedades infantiles leves, etc.) y acostar al bebé con fiebre suscita numerosas preguntas. Sin embargo, en este caso la respuesta es bastante simple: la temperatura de la habitación no debe superar los 19 ˚C y el niño no debe estar demasiado tapado (puede incluso prescindirse del saco de dormir y dejar que el bebé duerma solo con el pijama), para que el calor pueda evacuarse durante la noche.

El ritual del sueño

A ningún niño, ni siquiera al más tranquilo ni al menos nervioso, le gusta separarse de los otros miembros de la familia e irse a dormir. Por eso es bueno que los padres establezcan cada noche una rutina que al bebé le resulte agradable.

Si se respetan todas estas recomendaciones y se dedica tiempo a contarle un cuento o a cantarle una canción, el bebé no tardará mucho en cerrar los ojos y pasará una noche plácida y tranquila.

Los 3 puntos clave que hay que recordar:

  • Hay que acostar al bebé siempre boca arriba, es la postura recomendada para dormir por todos los profesionales de pediatría.
  • La temperatura de la habitación no debe superar los 19 ˚C y el bebé no debe estar demasiado tapado.
  • No debe haber ningún edredón, sábana o almohada en la cama del bebé. Asimismo, es importante no sobrecargar la cama con demasiados peluches.