Durante el tratamiento clínico del cáncer, la notificación de síntomas y efectos secundarios es esencial para el éxito del tratamiento.
Sin embargo, dado el tiempo transcurrido entre cada visita de seguimiento, algunos pacientes prefieren interrumpir el tratamiento en caso de efectos secundarios mientras esperan el consejo médico, y otros pueden no recordar los efectos secundarios en el momento de la visita.
Además, la descripción de los síntomas puede ser imprecisa para el médico, o puede ser deliberadamente subestimada por miedo a un cambio en la prescripción..
Por eso, aumentar la frecuencia y la calidad de las comunicaciones entre pacientes y médicos es un reto importante.
En un principio, los centros establecieron sistemas puntuales de intercambio telefónico, antes de la llegada de las nuevas herramientas digitales de monitorización a distancia. Ahora que hay pruebas suficientes de que estas herramientas son eficaces, la Sociedad Europea de Oncología (ESMO) publicó sus primeras recomendaciones para su uso en abril de 2022.
Nuevas recomendaciones para mejorar el seguimiento de los pacientes
Estas recomendaciones se basan en los resultados de ocho estudios clínicos, entre ellos el estudio francés CAPRI, en el que se analizaron las ventajas de utilizar herramientas digitales para informar sobre los diversos síntomas que experimentan los pacientes.
Estos estudios se publicaron a lo largo de varios años y en ellos participaron miles de pacientes con distintos tipos de cáncer. Tenían en común que se pedía a los pacientes que informaran de los distintos síntomas que experimentaban durante el tratamiento (ansiedad, diarrea, náuseas, etc.), así como de su incidencia y gravedad. La información era analizada por los equipos sanitarios para poder establecer un diagnóstico lo antes posible y tomar las medidas oportunas.
Según el profesor Fabrice Denis (Institut Inter-Régional de Cancérologie Jean Bernard de Le Mans), estos estudios han demostrado el “impacto positivo de la monitorización a distancia en oncología en términos de mejora de la supervivencia global, la calidad de vida y el cumplimiento del tratamiento, así como de reducción de los síntomas, la interrupción del tratamiento por efectos secundarios y las hospitalizaciones de urgencia“.
Las recomendaciones definen los criterios de selección de las herramientas (marcado CE de clase IIa, seguimiento de todos los tipos de cáncer, conformidad con el RGPD, etc.) y proponen el protocolo que se ilustra a continuación:
El reconocimiento de la eficacia de estas herramientas digitales y la definición de criterios de selección acelerarán la difusión de estas prácticas, en beneficio tanto de los pacientes como de los cuidadores.
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